Súper cine... ¿Se está quedando la industria sin ideas?

Por Braulio Álvarez Ávila

¿Qué es un héroe? o ¿Qué es lo que representa un héroe en las personas?

El mundo de la mitología y de las historias épicas nos presentan a estos como seres valientes y prácticamente inquebrantables capaces de anteponerse ante cualquier dificultad sorteando las adversidades para lograr un propósito de tintes épicos, propósito que lleva idolatrarlos al punto de volverlos admirables y únicos. Desdelos tiempos de la antigua Grecia la figura de personajes heroicos viene acompañada de una gran responsabilidad por parte de estos, rescatar una princesa, ganar una guerra, liberar un pueblo, etc. En la actualidad la figura arquetípica del héroe es una constante en los medios de entretención como los videojuegos y el cine. Es en este último donde nos enfocaremos, principalmente en el subgénero de las películas de superhéroes.

Las películas de superhéroes llegaron para quedarse, es así como la industria está aprovechando el auge y la expansión que dan estas con su diversidad de personajes, tramas y universos. Como en algún momento paso con las películas de catástrofes, o las de amores vampíricos u otros subgéneros de moda, el subgénero de superhéroes está explotando la industria, llevando a esta a invertir dinero en grandes producciones basadas en este tipo de personajes y dejando un poco de lado las películas de menor presupuesto y con mayor contenido. ¿Es que acaso la industria se está quedando sin ideas para lograr cautivar al público? ¿O es solo una estrategia comercial para liderar la taquilla?

Este es un subgénero derivado del género de acción, la fantasía, la ciencia ficción y las aventuras. La cualidad de este subgénero cinematográfico radica de donde provienen las historias narradas en estas. Un noventa por ciento de las películas con temáticas de superhéroes son adaptaciones provenientes de las historietas o comics. Hay algunas excepciones de películas concebidas desde un inicio para la pantalla grande como Los increíbles (2004) o Hancock (2008), pero la gran mayoría de películas con súper personajes derivan de un amplio catálogo de historietas.

El hecho de  tratarse de adaptaciones de historietas que funcionan como franquicias, es un reto para  los directores y guionistas de cine encargados de dar vida a los personajes, pero a la vez otorga libertad creativa a estos. Tengamos en cuenta que cada personaje de los comics cuenta con una infinidad de ediciones, variaciones (de personaje y universo), visiones y puntos de vistas, esto debido a que la responsabilidad de escribir estas historietas no se centra en un solo escritor que año tras año se encarga de seguir la historia del personaje, si no de decenas de personas escribiendo la historia de un mismo personaje. Es por esto que los realizadores de las versiones audiovisuales de  dichos personajes cuentan con un amplio abanico de posibilidades con el cual poder explorar a los personajes que quieran trabajar, quedándose así, por temas de gusto o de estrategia comercial, con la versión del superhéroe que más les acomode para alcanzar y capturar la atención de los espectadores. Con lo anteriormente señalado las posibilidades de explorar otras facetas de un personaje, o directamente reinventarlo, puede elevar una obra cinematográfica de este subgénero por su originalidad, o fidelidad. O simplemente puede sepultarla y dejarla en el baúl de películas malas que jamás en la vida queremos volver a ver por lo decepcionante que pueden resultar.

¿Son buenos los cambios?

Cuando están bien hechos y aportan si, esto a la visión de los fanáticos de los comics, para una persona que no está familiarizada con estos no los notara, pero si el cambio es demasiado notorio y no aporta hasta el menos fanático note el mal trabajo de los realizadores en la adaptación.

Hay cambios necesarios, en lo que es vestuario, ya que algunos vestuarios de las historietas se verían un poco salidos de lugar en las versiones live actions. O algunos cambios en detalles de los personajes, como la edad o los rasgos étnicos de estos. Según informan respectivamente las productoras encargadas de las adaptaciones de DC y Marvel  la decisión de cambiar los rasgos étnicos de algunos personajes es para dar variedad en el casting de los actores que interpretan a estos. Para los más románticos y fieles a los comics esto resulta un insulto a la “memoria” de los personajes originales. Pero hay que reconocer que algunas reinvenciones de este tipo han dado en el clavo. Un ejemplo de esto es el personaje del universo cinematográfico de Marvel, Nick Fury, un agente de las fuerzas SHIELD. Si bien en los comics originales el personaje era un hombre de piel blanca, en las películas este paso a ser un hombre de piel negra, interpretado por el actor Samuel L. Jackson. Tanto fue el impacto gracias a esta versión del personaje, que en los actuales entregas de comics de Marvel ,Nick Fury es un personaje afroamericano al igual que en las películas. Esto deja completamente en el olvido la interpretación del actor David Hasselhoff de Nick Fury en la película del año 1998 que lleva el nombre del personaje. Esto demuestra que cuando los cambios están bien justificados y vienen acompañados de aportes para el universo en el que se desarrolla la historia, el público siempre los recibirá de buena manera.

¿Qué nos propone el cine de superheroes?

La temática del superhéroe sigue una línea. Una persona que le paso un algo que lo llevo a obtener habilidades con las cuales pueda intentar equilibrar la balanza respecto a ese algo que lo llevo a obtener esas habilidades.  Este tipo de películas están hechas con un solo propósito, entretener. Si esto no se trabaja, la gloria de las aventuras de superhéroes no durará para siempre.

Para explicar un poco lo que intento plantear daré dos ejemplos, uno de ellos es la película de UCM Deadpool (2016), recibida por la crítica como una de las mejores películas de superhéroes por el tono de comedia, lo digerible que es y por su similitud con el personaje del comics. Esta es una película que cumple completamente con el propósito de entretener, cargada de acción y chistes para adultos logra cautivar al espectador que quiere ir a pasar un buen rato al cine. En comparación con esta y en la otra vereda, DCU estrenó un mes más tarde Batman V Superman (2016) la cual no fue recibida de la misma manera que la entrega de Marvel debido a la carencia de comedia y lo espeso de la historia. Hay una gran cantidad de público que no está dispuesto a ir al cine a digerir dos horas de película de superhéroe con una trama densa.

Esto es lo que directores como Iñarritu o Spielberg critican, apelando a que el subgénero de superhéroes está pasando por encima de películas de menor presupuesto, que carecen de chiste o explosiones, pero tienen la fuerza dramática en sus argumentos para convertirlas en grandes obras cinematográficas para el recuerdo. ¿Acaso este capricho por explotar el universo de los superhéroes en el cine está mal acostumbrando a los espectadores? Esto podría estar ocurriendo. Hay excepciones a esto, películas de superhéroes con argumentos poderosos han llegado a la gran pantalla.  Uno de estos es el Batman de Christopher Nolan, Una trilogía que se centra en el lado más oscuro del hombre murciélago. El mejor Batman para algunos, una basura para otros, pero más allá de esto y en lo personal creo que para que una película tenga impacto a nivel dramático en el espectador y la crítica, tiene que ir más allá de la aventura superheroica y centrarse más en el personaje, sus miedos, fallas y propia naturaleza  que lo hace más en humano.

Según lo anunciado por las dos compañías más grandes productoras de mujeres y hombres enmascarados con capas, tendremos cine de este subgénero minino hasta el 2020 .Ahora depende de ellos demostrar de lo que son capaces y no convertir este tipo de películas en algo monótono que en un futuro sea mirado como una linda flor que se secó por no regarla adecuadamente. También depende de nosotros como espectadores hacer notar lo que queremos ver y por lo que estamos dispuestos a pagar en taquilla. Después de todo, los superhéroes están para salvar a las personas, puede que el día de mañana sean esas personas las encargadas de enviarlos a ellos al olvido.