Thor: Ragnarok ...El Dios del Trueno recargado.
Por Braulio Álvarez Ávila
Thor se encuentra intranquilo ante constantes sueños y visiones en las cuales Asgard es consumida por el fuego. Sus miedos comienzan a tomar formas cuando la imponente y prácticamente invencible Diosa de la Muerte, Hela, llega a reclamar el trono de los dioses nórdicos. Todo se complica cuando cae por azar al planeta Sakaar, un planeta liderado por la tiranía de El Maestro. Para lograr salir de este planeta deberá enfrentar nuevos enemigos y a algunos viejos amigos que se opondrán en su lucha por volver a su tierra y evitar así se cumpla la profecía del Ragnarok y salvar a los Asgardianos.
Ya
se ha dicho un montón de veces que las películas de superhéroes han llegado
para quedarse, o esa es la sensación que nos producen aún, esto con la llegada
de un nuevo título del universo cinematográfico de Marvel: Thor Ragnarok.
Es
un hecho ya, y en esta película queda demostrado. El universo Marvel siempre ha
coqueteado con la comedia. Desde el principio Marvel se ha sentido a gusto
junto a este género. Esto se muestra evidente en títulos como Iron man (2008) y Los Vengadores (2012) en los cuales el género cinematográfico de la
aventura heroica se mezcla con tintes de comedia. Esto se ratificó mucho más
aun con la llegada de títulos como Guardianes
de la Galaxia (2014) y Deadpool (2016)
películas cargadas de comedia y chistes.
De esta manera, y apelando a lo anterior, Thor Ragnarok llega a rescatar una de las franquicias más
flojas a nivel de ventas en taquilla, a comparación con otras películas del UCM
como Iron
man y El Capitan América que
poseen personajes carismaticos. Por eso
la decisión del productor Kevin Feige por integrar al director Neozelandés
Taika Waititi en la producción era lo que necesitaba el personaje de Thor para
explotar el carisma y la cercanía con el espectador. Tan solo con ver obras
anteriores del autor como Hunt for the
Wilderpeople (2016) o What We Do In The Shadows (2014) para notar la mano
con la que trabaja este director, ambas son películas que profundizan en los
personajes con bastanes toques de humor, generando carisma y atracción de parte
del espectador hacía ellos.
Thor se encuentra intranquilo ante constantes sueños y visiones en las cuales Asgard es consumida por el fuego. Sus miedos comienzan a tomar formas cuando la imponente y prácticamente invencible Diosa de la Muerte, Hela, llega a reclamar el trono de los dioses nórdicos. Todo se complica cuando cae por azar al planeta Sakaar, un planeta liderado por la tiranía de El Maestro. Para lograr salir de este planeta deberá enfrentar nuevos enemigos y a algunos viejos amigos que se opondrán en su lucha por volver a su tierra y evitar así se cumpla la profecía del Ragnarok y salvar a los Asgardianos.
En
comparación con las antiguas entregas de la franquicia, Thor (2011, Kenneth Branagh) y Thor:
El Mundo Oscuro (2013, Alan Taylor), que apelan a guiones más clásicos y
más enfocados a dramas densos, la actual entrega carece de esto.
Esta es una película que reboza de comedia, tanto así que la trama central de
la película, queda perdida y en segundo plano opacada por la aventura del dios
trueno con nuevos y viejos amigos.
Desde
la primera escena y los primeros diálogos notamos el evidente tono que tendrá
la película, cargada de chistes y problemas para el protagonista. El gancho que
genera la inclusión del alto sentido de humor y el sarcasmo en la primera
secuencia nos prepara para lo que será una película que no cesará en dinamismo.
A pesar de esto y la gran aventura que llevará a Thor a moverse por tierras
desconocidas. No puedo dejar de remarcar el abandono en el que la película deja
la trama del personaje interpretado por Cate Blanchett, la diosa de la
destrucción Hela. Un personaje magistral y de tintes épicos que se presenta
como uno de los enemigos más fuertes de la saga y del universo cinematográfico
de Marvel visto hasta ahora. Es por eso que colocando en la balanza esta carencia argumental y la comedia, esta ultima resulta un poco excesiva y a ratos molesta.
A
nivel argumental, la película tiene potencia con la idea principal de Thor
buscando salvar Asgard, pero la apocalíptica batalla entre Thor y la terrorífica
Diosa de la Muerte Hela pasa a segundo plano con la trama en la que el Dios del
trueno debe escapar de un planeta desconocido ganando un torneo al más puro
estilo del coliseo Romano. Si bien este periodo de la película, que ocupa prácticamente
un ochenta por ciento del largometraje, sirve para presentarnos nuevos
personajes y hacer cameos para los más fanáticos de los comics (Planeta Hulk), deja con gusto a poco a
aquellos que queríamos ver madurar de mejor manera la faceta de Thor como superhéroe,
no por nada es un Dios.
Pero
¿por qué se opta por esto? En mi opinión es por la visión que tiene el director
de como presentar a un personaje en una película. Le dio originalidad al personaje interpretado por Chris Hemsworth, buscó
la manera de darle tridimensionalidad al personaje para así lograr cautivar al público.
A mi parecer, lo logró, el personaje logró evolucionar como lo habían hecho
otros personajes del UCM. Esto le dio un toque refrescante a la saga del Dios
trueno, y por ende al universo de películas de esta compañía.
Respecto a
lo Visual.
Con
una visualidad fenomenal a la que Marvel Studios ya nos tiene acostumbrados, la
película estéticamente explota el universo y el colorido, aprovechando la magia
que el entorno del universo puede ofrecer. Viajes por universos y paisajes
dignos del Valhalla sazonan para generar un impacto agradable a la vista de
quien quiere sentarse a observar una película de aventura. El cambio de look y
de la indumentaria del personaje protagónico refresca lo ya visto en películas
anteriores haciendo pequeños guiños a lo visto en el personaje de las
historietas. Los trajes de los personajes se acercan bastante a lo visto en los
comics, es un deleite ver como el traje de Hela se transforma al entrar en modo
ataque, o el reinventado Hulk perdido en el espacio interestelar.
El
actor Chris Hemsworth explota su lado más cómico con diálogos cargados de humor
y tonos sarcasticos, este cambio de tono ha sido bien recibido por el público, los
que agradecen ir a una sala de cine a pasar las dos horas y diez minutos que
dura la película de manera amena.
El
vuelco hacia la comedia que está dando el universo Marvel últimamente, sirve
para refrescar el subgénero cinematográfico de los superhéroes para darle más
cercanía con el público que ya estaba un poco hasta arriba de los chicos con
superpoderes. Thor: Ragnarok puede
quizás no ser el mejor título del UCM, pero sí que es el mejor de la trilogía del
dios trueno, ya que por fin logra la conexión emocional con el personaje de
parte del público, algo que no había logrado la franquicia hasta ahora.
Muy ordenado, de tarea, pero bien en lo planteado. Buenas frases pero debes desarrollar aún mas tu punto de vista y del filme y sus temas.
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